Recordando desde la ribera del Águeda
Son fechas muy propias para poder recordar lo que vivimos en el pasado. Mañana será el día de todos los Santos y el Domingo el día más apropiado del año para recordar a nuestros seres queridos. La mente sin quererlo nos envía al pasado y normalmente se suele detener en la infancia y la adolescencia, dos etapas donde se suele formar y afianzar nuestra personalidad. Los padres, normalmente son un reflejo clave en dichas etapas y quizás sea la causa por la que esos recuerdos parecen fijarse para el resto de nuestra vida. Mi infancia me devuelve a Ávila y al recuerdo tierno y feliz que tuve con mi padre, una bella imagen del pasado para reflexionar en fechas melancólicas. Quizás él mismo haya proyectado sobre mí muchas facetas del comportamiento, la educación así como otros aspectos en la “forma de ser” y comportarme con el entorno. ¿Como puede traducirse todo eso con el paso de los años?. Pues como ya he referido, a través de los inolvidables recuerdos. Yo mismo me considero una persona ante todo tranquila, pienso que afable y me comporto de una forma prudente con el medio que me rodea y tal vez con una cierta timidez. Eso no me exime de momentos en los que me muestro crítico y “saco los dientes” cuando me siento atacado. Lejos de todo ello, un día como hoy lo único que pretendo transmitiros es que son días muy adecuados para llevar las tradicionales flores a los cementerios, recordar que estamos por aquí de paso y que algún día también seremos recuerdo. Desde la ribera del Águeda recuerdo mi infancia como el viento, no puedo ya verla, pero sí sentirla. Veo los árboles un poco tristes como si ellos mismos nos captasen la época del año en que nos encontramos. Pero el río no parece inmutarse y el sonido de sus aguas te permiten abstraerte del entorno y llevarte a tu infancia y adolescencia. Seguro que todos los que vivimos en Miróbriga podemos presumir de tener estos entornos que muchas veces no sabemos valorar lo suficiente y que por desgracia una mayoría de ciudadanos no pueden disfrutar en el día a día.
Queridos lectores: La ribera del Águeda es un buen lugar para recordar.
Son fechas muy propias para poder recordar lo que vivimos en el pasado. Mañana será el día de todos los Santos y el Domingo el día más apropiado del año para recordar a nuestros seres queridos. La mente sin quererlo nos envía al pasado y normalmente se suele detener en la infancia y la adolescencia, dos etapas donde se suele formar y afianzar nuestra personalidad. Los padres, normalmente son un reflejo clave en dichas etapas y quizás sea la causa por la que esos recuerdos parecen fijarse para el resto de nuestra vida. Mi infancia me devuelve a Ávila y al recuerdo tierno y feliz que tuve con mi padre, una bella imagen del pasado para reflexionar en fechas melancólicas. Quizás él mismo haya proyectado sobre mí muchas facetas del comportamiento, la educación así como otros aspectos en la “forma de ser” y comportarme con el entorno. ¿Como puede traducirse todo eso con el paso de los años?. Pues como ya he referido, a través de los inolvidables recuerdos. Yo mismo me considero una persona ante todo tranquila, pienso que afable y me comporto de una forma prudente con el medio que me rodea y tal vez con una cierta timidez. Eso no me exime de momentos en los que me muestro crítico y “saco los dientes” cuando me siento atacado. Lejos de todo ello, un día como hoy lo único que pretendo transmitiros es que son días muy adecuados para llevar las tradicionales flores a los cementerios, recordar que estamos por aquí de paso y que algún día también seremos recuerdo. Desde la ribera del Águeda recuerdo mi infancia como el viento, no puedo ya verla, pero sí sentirla. Veo los árboles un poco tristes como si ellos mismos nos captasen la época del año en que nos encontramos. Pero el río no parece inmutarse y el sonido de sus aguas te permiten abstraerte del entorno y llevarte a tu infancia y adolescencia. Seguro que todos los que vivimos en Miróbriga podemos presumir de tener estos entornos que muchas veces no sabemos valorar lo suficiente y que por desgracia una mayoría de ciudadanos no pueden disfrutar en el día a día.
Queridos lectores: La ribera del Águeda es un buen lugar para recordar.
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