martes, 11 de noviembre de 2008

Los años que nos quedan por vivir. La voz de Miróbriga!!


Los años que nos quedan por vivir

Queridos lectores: Nunca sabemos donde empieza y acaba la felicidad.
En el momento menos esperado nos puede surgir la cuesta arriba que pensamos que está lejos o que como mucho pasará sólo de cerca. Pero el ser humano tiene sus presagios. El verano pasado fui feliz paseando por Miróbriga en estos días calurosos.
Eran las terrazas de la plaza, esas en las que aunque veía a las personas pasear y me daba una gran tristeza no poder recorrer la ciudad con velocidad como lo hacía hace años, me conformaba con poder disfrutar de ver a las personas, a amigos a turistas y a todas esas personas que aunque desconocidas te lanzan una sonrisa o algún saludo inesperado. Este año en tierras lejanas a Miróbriga y por la melancólica Galicia recuerdo con tristeza y lejanía a la calurosa, pero siempre apetecible Miróbriga.
No se pueden dejar de añorar esas terrazas veraniegas, mis paseos por la alameda, las compras y algunas charlas con mis vecinos.
Hoy lo veo un poco lejano. Hace ya unos meses la cuesta empezó a subir y toda mi ropa que preparaba para este verano, para mis paseos veraniegos comencé a presagiarlos un poco lejanos. No podemos saber el futuro, no podemos cuando estamos hacia arriba, saber a ciencia cierta si en algún momento la cuesta acabará y se iniciará un descenso feliz. Lo único que sé, es que veo Miróbriga como mi tierra, como mi ciudad y añoro el poder volver a verla lejos de los quirófanos, de los insoportables dolores y de la tristeza que supone dejar de ver temporalmente eso que tanto añoras.
Quizás porque nunca sabemos que en pleno calor del verano se puede estar triste, os dejo de recuerdo este cruzeiro, situado en “la Ramallosa” símbolo de Galicia y que espero que me dé las fuerzas para acabar de subir la cima y ojalá descender a la felicidad de nuestra tierra. Espero que el próximo verano y por estas fechas pueda recodarlo de otra forma más alegre.

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