OPINIóN
Caminos sin etorno
Viernes, 30/05/2008 - 01:13 -
JAVIER MUñOZ MORENO CIUDAD RODRIGO
Castilla hace unas décadas fue como otras muchas regiones de España tierra de emigrantes. Muchas eran las familias que por sus condiciones económicas tenían que abandonar su querida y amada tierra en busca de otros horizontes con mejores perspectivas que las que en ese momento disponían. La mayoría cuando se marchó probablemente pensó que algún día podría volver. La carretera y los raíles del tren fueron los testigos silenciosos de aquellos corazones que se tenían que desarraigar de sus tierras. ¿Cual serían sus pensamientos en aquel primer viaje a lo desconocido? Que tristeza dejaban en las familias que quedaban en su eterna espera. Eran tiempos complicados y salir de tierras pobres en busca de zonas industrializadas era muy común en personas jóvenes. Han pasado los años y algunos después de muchos sacrificios y esfuerzos han vuelto y se han reencontrado con una Castilla más próspera de la que dejaron el día de su partida. Esas carreteras y esos raíles ya no son los mismos que el día que lo abandonaron. Otros comenzaron a plantar sus raíces en el lugar de destino porque encontraron en ella a su media naranja o por otros motivos y ya no han vuelto. Estos últimos han tenido hijos que ya son nuevas generaciones y que sólo conocen sus raíces castellanas como destino de sus vacaciones de verano o por navidad. Pero de una u otra forma todos ellos llevan algo de Castilla en su corazón. Quizás sus familiares directos o indirectos que han quedado por aquí les recuerdan o añoran. Pero en general el mundo de la emigración es muy duro y sólo lo recuerdan muy bien los que lo han tenido que vivir. Hoy creo que es un buen momento para dedicarles a todos este breve relato como un pequeño homenaje a esa dura crueldad que un día representó para ellos tener que marcharse en busca de algo mejor que no podían obtener en su tierra. Sé que estas palabras les hará recordar ese primer viaje con sus corazones tristes, pero con la esperanza de un futuro más próspero. Con el paso de los años cabe recordar muchos ejemplos. Algunos no tuvieron la suerte esperada. Recordar en especial el caso de Isaías Carrasco, emigrante zamorano que plantó sus raíces y que se vieron frustrados por el absurdo de la violencia. Otros corrieron la misma suerte y esta os la dejo en esta fotografía original tomada por mi cuñado esta semana y que muestra los raíles del campo de concentración polaco de Asuchwitz I, donde en este caso fue la emigración forzada la que motivó que miles de corazones acabaran en estos tristes caminos sin retorno.Este relato está dedicado a todos los emigrantes y en especial para todos los castellanos lectores del norte de Castilla que nos siguen desde sus lugares de destino o que algún día formaron parte de él y se sentirán identificados con estas palabras. Un gran abrazo a todos. Quizás hoy día ya formáis parte de ese bello grupo denominado ciudadanos del mundo. Link:
http://servicios.nortecastilla.es/tu-noticia/tu_noticia_ver/Caminos-etorno/9655/1.htm
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