Mi isla favorita.
Todos los años por estas fechas hago un reclamo a todos los lectores de “La Voz de Miróbriga”, para que sepáis que el Caribe y los maravillosos y paradisiacos parajes que nos muestran las agencias de viajes son muy atractivos, pero guardan un pequeño secreto. Te tienes que recorrer miles de kilómetros y sumar bastantes horas de vuelo para llegar a países, que salvando excepciones están mucho mas atrasados que el nuestro y evidentemente no te van a dar la misma calidad de vida en tus vacaciones.
España disfruta de muy buena salud turística y tenemos de todo y poco nos falta. Existe una falsa tendencia que muchas veces se hace para poder presumir con tus amigos de acudir a lejanos parajes sin darte cuenta que la isla de tus sueños la puedes tener en tu país. A poco más de dos horas de avión desde Madrid, te puedes tumbar en una suite virtual y por muy poco dinero como podéis ver en la imagen. Allí te pueden servir a la carta y vas a encontrar decenas de kilómetros de playas de fina arena blanca, dunas y bellos pueblos semivacíos escondidos en un paisaje desértico. Es la combinación de blanco, azul y marrón que muchos españoles buscan en tierras lejanas sin percatarse que lo tenemos muy cerca. Sus habitantes son muy serviciales y por las calles y en la fina arena blanca te puedes encontrar mujeres muy bellas que siempre agrada tanto (aunque sólo sea a la vista) y todo ello combinado con el dulce viento que alguien comenta que nos hace libres.
Este lugar tan singular se llama Fuerteventura y no es publicidad, es pura y dura realidad.
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