Nuestro más fiel amigo
No tengo la más mínima duda ante la pregunta: ¿quién es tu mejor amigo?, la respuesta la tengo bastante clara. Además de la grata compañía son el colectivo más fiel. Nunca te abandonan. Más bien suele suceder al contrario cuando anualmente son miles de personas en España los dejan en la estocada a estos fieles compañeros en el momento más inoportuno. No es extraño que los pobres cánidos, a veces tengan miedo cuando sus dueños les dejan a las puertas de los establecimientos y que estén con su mirada clavada y llena de ansiedad hasta volver a ver a sus dueños.
Algunos son auténticos profesionales y acompañan a las Fuerzas de Seguridad del Estado. Muestran su elegancia trabajando y son estrictamente meticulosos y ordenados.
Otros se dedican a la búsqueda de personas ante catástrofes naturales. Pudiéramos definirlos como trabajadores casi perfectos.
En otras ocasiones guían a invidentes y los hay preparados específicamente para ayudar a personas discapacitadas. En estos casos pueden realizar trabajos de lo más variopinto y “a la carta” como encender luces, abrir cajones y hasta incluso ayudar a levantarse del suelo ante caídas accidentales.
Otros van a sellarte la lotería primitiva y puede ser que nunca más lo encuentres. De ahí que todos busquemos a “Pancho”.
Son en conclusión los más obedientes y agradecen los más simples gestos que les podamos dar.
Qué más podemos pedir a nuestros fieles y queridos compañeros de fatigas del ser humano.
Quizás en algunos casos saber apreciar un poco más su tarea y su trabajo.
Es un artículo que dedico a Teresa porque no le falta ninguna razón cuando dice: “cuanto más conozco al ser humano más quiero a mi perro”, en un tono irónico, pero nada más allá de la realidad.
De hecho es palpable su amistad tal y como podemos apreciar en la fotografía con “Bruja”, una encantadora y fiel amiga de Teresa y que visitamos cuando vamos a Ávila.
Bruja nació en un criadero de la ONCE y sin duda alguna podemos considerarla sensible, atractiva y simpática. Posiblemente no exenta del “Glamour” canino.
No tengo la más mínima duda ante la pregunta: ¿quién es tu mejor amigo?, la respuesta la tengo bastante clara. Además de la grata compañía son el colectivo más fiel. Nunca te abandonan. Más bien suele suceder al contrario cuando anualmente son miles de personas en España los dejan en la estocada a estos fieles compañeros en el momento más inoportuno. No es extraño que los pobres cánidos, a veces tengan miedo cuando sus dueños les dejan a las puertas de los establecimientos y que estén con su mirada clavada y llena de ansiedad hasta volver a ver a sus dueños.
Algunos son auténticos profesionales y acompañan a las Fuerzas de Seguridad del Estado. Muestran su elegancia trabajando y son estrictamente meticulosos y ordenados.
Otros se dedican a la búsqueda de personas ante catástrofes naturales. Pudiéramos definirlos como trabajadores casi perfectos.
En otras ocasiones guían a invidentes y los hay preparados específicamente para ayudar a personas discapacitadas. En estos casos pueden realizar trabajos de lo más variopinto y “a la carta” como encender luces, abrir cajones y hasta incluso ayudar a levantarse del suelo ante caídas accidentales.
Otros van a sellarte la lotería primitiva y puede ser que nunca más lo encuentres. De ahí que todos busquemos a “Pancho”.
Son en conclusión los más obedientes y agradecen los más simples gestos que les podamos dar.
Qué más podemos pedir a nuestros fieles y queridos compañeros de fatigas del ser humano.
Quizás en algunos casos saber apreciar un poco más su tarea y su trabajo.
Es un artículo que dedico a Teresa porque no le falta ninguna razón cuando dice: “cuanto más conozco al ser humano más quiero a mi perro”, en un tono irónico, pero nada más allá de la realidad.
De hecho es palpable su amistad tal y como podemos apreciar en la fotografía con “Bruja”, una encantadora y fiel amiga de Teresa y que visitamos cuando vamos a Ávila.
Bruja nació en un criadero de la ONCE y sin duda alguna podemos considerarla sensible, atractiva y simpática. Posiblemente no exenta del “Glamour” canino.
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