¿Tenemos espíritu navideño?
Si pudiésemos saber los deseos que se dirigen a Papá Noel, por estas fechas navideñas, por los niños y también mayores, probablemente pensaríamos en los regalos que cada uno quiere recibir en esas fechas. En cambio muy pocos o casi ninguno de nosotros recuerda el verdadero espíritu de la Navidad.
El Nacimiento del Niño Dios, y la obra de San Nicolás de Bari, de ayudar a los niños pobres, pudieron se entre otros, el origen de los obsequios que se reciben en la Nochebuena.
¿Cuál es el verdadero significado de esos regalos? ¿Hemos ayudado al prójimo? ¿Hemos donado algo nuestro, realizado un pequeño sacrificio para dar una alegría a los que tienen menos? ¿Nos hemos puesto a reflexionar que en medio de tantos problemas de la vida actual, siempre hay muchos que tienen muy poco, mucho menos que nosotros? ¿Hemos recordado a los niños enfermos en los hospitales y que quizás nunca tuvieron un juguete o un dulce de navidad?
El espíritu de la Navidad es una tradición perteneciente a los países nórdicos y que ya forma parte de las costumbres propias de esta época navideña. Según cuenta algunas leyendas, el espíritu llegó al planeta proveniente de una galaxia lejana y se instaló en la región Norte de Europa.
Si uno logra sobreponerse cada año a la invasión de mensajes dulcísimos, extremadamente edulcorados, de esos que te disparan la glucemia; si uno consigue no obsesionarse con los millones de anuncios de colonias y demás mercancías que parece que debemos comprar precisamente ahora; si uno, en fin, encuentra la forma de permanecer más humano durante estos días, lo cierto es que entonces (y sólo entonces) se da cuenta de que la Navidad debería existir sólo porque incomprensiblemente todos lo deseamos, a pesar de lo que hacemos, un tiempo mejor, más solidario, más compasivo. Eso es lo que debería ser el espíritu navideño. Pero de una u otra forma, cada uno debe saber si existe o no el espíritu de la navidad y ante todo, desearos unos felices días a todos.
Link:Si pudiésemos saber los deseos que se dirigen a Papá Noel, por estas fechas navideñas, por los niños y también mayores, probablemente pensaríamos en los regalos que cada uno quiere recibir en esas fechas. En cambio muy pocos o casi ninguno de nosotros recuerda el verdadero espíritu de la Navidad.
El Nacimiento del Niño Dios, y la obra de San Nicolás de Bari, de ayudar a los niños pobres, pudieron se entre otros, el origen de los obsequios que se reciben en la Nochebuena.
¿Cuál es el verdadero significado de esos regalos? ¿Hemos ayudado al prójimo? ¿Hemos donado algo nuestro, realizado un pequeño sacrificio para dar una alegría a los que tienen menos? ¿Nos hemos puesto a reflexionar que en medio de tantos problemas de la vida actual, siempre hay muchos que tienen muy poco, mucho menos que nosotros? ¿Hemos recordado a los niños enfermos en los hospitales y que quizás nunca tuvieron un juguete o un dulce de navidad?
El espíritu de la Navidad es una tradición perteneciente a los países nórdicos y que ya forma parte de las costumbres propias de esta época navideña. Según cuenta algunas leyendas, el espíritu llegó al planeta proveniente de una galaxia lejana y se instaló en la región Norte de Europa.
Si uno logra sobreponerse cada año a la invasión de mensajes dulcísimos, extremadamente edulcorados, de esos que te disparan la glucemia; si uno consigue no obsesionarse con los millones de anuncios de colonias y demás mercancías que parece que debemos comprar precisamente ahora; si uno, en fin, encuentra la forma de permanecer más humano durante estos días, lo cierto es que entonces (y sólo entonces) se da cuenta de que la Navidad debería existir sólo porque incomprensiblemente todos lo deseamos, a pesar de lo que hacemos, un tiempo mejor, más solidario, más compasivo. Eso es lo que debería ser el espíritu navideño. Pero de una u otra forma, cada uno debe saber si existe o no el espíritu de la navidad y ante todo, desearos unos felices días a todos.
http://www.lavozdemirobriga.es/
No hay comentarios:
Publicar un comentario