El virus mutante
Desde la primavera pasada, la sociedad mundial incluida la de nuestra comarca, se ha pasado el tiempo viendo como los medios de comunicación de todo el mundo nos han “mareado la perdiz” con el tema de la gripe A.
Hasta la fecha de hoy, lo único que podemos resumir es una nueva cepa del virus que ha adquirido su vertiente más publicitaria y podemos considerarlo un virus popular.
Quizás el motivo de volver a hablar de la gripe A, venga por el curioso efecto que la pasada semana, causó la contradicción cuando la Organización Mundial de la Salud, dejaba claro que el virus no había mutado y era conveniente vacunarse. No habían pasado 48 horas y el Ministerio de Salud de Noruega declaraba al menos tres casos con mutación del virus, dos de ellos detectados en autopsias. Lo que se ha podido saber era que estas mutaciones eran tan letales que no daba tiempo a que el propio virus pudiera seguir su ciclo natural para transmitirse a otros individuos. Más curioso fue que la propia O.M.S reconocía tener conocimiento de mutaciones semejantes en diversos países del mundo incluidos EEUU y Méjico, los focos de inicio. A pesar de todo estamos en una fase en que podemos considerar el fenómeno como una pandemia, pero queda patente que para ser una pandemia “perfecta”, el virus debe transmitirse con facilidad y rapidez, cosa que parece ocurrir y ser letal, ésta última y por suerte no está sucediendo.
A pesar de las recomendaciones de las Autoridades Sanitarias en Francia tan sólo se han vacunado un 5% de los médicos de todo el país. No creo que en España la cifra sea muy superior.
El problema radica en que la investigación mundial hace aguas, ya que queda patente que somos los ciudadanos del mundo los que estamos a merced de este diminuto organismo y no al contrario, como debería sudecer si el ser humano tuviera medios para hacerlo frente.
Poco o nada se investiga sobre posibles mutaciones y sus formas para atajarlo.
En el momento actual, podemos considerar que tenemos suerte y a pesar de estar ante mutaciones declaradas y letales, la verdadera pandemia es una incógnita, que está en manos del virus y no del ser humano. No obstante el problema que destaco es que en plena era tecnológica, digital y de robotización del ser humano, no estamos libres de poder sucumbir a un simple virus, que deja patente lo limitados que somos y que cualquier opinión que podamos tener puede ser cierta o puede estar errada.Tengo muy claro que si se declara una verdadera pandemia somos pocos los que no nos apoderaríamos del pánico, porque estamos preparados para asumir la enfermedad y la muerte como algo natural y necesario. Si la mentalidad social fuese así, probablemente además de ser más humanos de lo que somos, quizás el día a día fuese más sencillo y asimilaríamos que las mutaciones son un simple fenómeno natural, pero al que hay que respetar. Pero creo que nuestra sociedad camina sin respeto y de ahí que las mutaciones produzcan pánico. Bajo mi modesta opinión, el desenlace de la Gripe A, sigue siendo una incógnita.
Link:Desde la primavera pasada, la sociedad mundial incluida la de nuestra comarca, se ha pasado el tiempo viendo como los medios de comunicación de todo el mundo nos han “mareado la perdiz” con el tema de la gripe A.
Hasta la fecha de hoy, lo único que podemos resumir es una nueva cepa del virus que ha adquirido su vertiente más publicitaria y podemos considerarlo un virus popular.
Quizás el motivo de volver a hablar de la gripe A, venga por el curioso efecto que la pasada semana, causó la contradicción cuando la Organización Mundial de la Salud, dejaba claro que el virus no había mutado y era conveniente vacunarse. No habían pasado 48 horas y el Ministerio de Salud de Noruega declaraba al menos tres casos con mutación del virus, dos de ellos detectados en autopsias. Lo que se ha podido saber era que estas mutaciones eran tan letales que no daba tiempo a que el propio virus pudiera seguir su ciclo natural para transmitirse a otros individuos. Más curioso fue que la propia O.M.S reconocía tener conocimiento de mutaciones semejantes en diversos países del mundo incluidos EEUU y Méjico, los focos de inicio. A pesar de todo estamos en una fase en que podemos considerar el fenómeno como una pandemia, pero queda patente que para ser una pandemia “perfecta”, el virus debe transmitirse con facilidad y rapidez, cosa que parece ocurrir y ser letal, ésta última y por suerte no está sucediendo.
A pesar de las recomendaciones de las Autoridades Sanitarias en Francia tan sólo se han vacunado un 5% de los médicos de todo el país. No creo que en España la cifra sea muy superior.
El problema radica en que la investigación mundial hace aguas, ya que queda patente que somos los ciudadanos del mundo los que estamos a merced de este diminuto organismo y no al contrario, como debería sudecer si el ser humano tuviera medios para hacerlo frente.
Poco o nada se investiga sobre posibles mutaciones y sus formas para atajarlo.
En el momento actual, podemos considerar que tenemos suerte y a pesar de estar ante mutaciones declaradas y letales, la verdadera pandemia es una incógnita, que está en manos del virus y no del ser humano. No obstante el problema que destaco es que en plena era tecnológica, digital y de robotización del ser humano, no estamos libres de poder sucumbir a un simple virus, que deja patente lo limitados que somos y que cualquier opinión que podamos tener puede ser cierta o puede estar errada.Tengo muy claro que si se declara una verdadera pandemia somos pocos los que no nos apoderaríamos del pánico, porque estamos preparados para asumir la enfermedad y la muerte como algo natural y necesario. Si la mentalidad social fuese así, probablemente además de ser más humanos de lo que somos, quizás el día a día fuese más sencillo y asimilaríamos que las mutaciones son un simple fenómeno natural, pero al que hay que respetar. Pero creo que nuestra sociedad camina sin respeto y de ahí que las mutaciones produzcan pánico. Bajo mi modesta opinión, el desenlace de la Gripe A, sigue siendo una incógnita.
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