Largo, frío y duro invierno en Miróbriga.
Antes de comer las doce uvas y de acabar el 2008, todos presumíamos que vendría un 2009 complicado. El fenómeno económico, más que conocido por todos, parecía estar en la mirada de todos. La recesión, el paro y el endeudamiento acaparaban y sin duda lo sigue haciendo más del 70% de las conversaciones del día a día. Despidos improcedentes de personas simpáticas y agradables, mientras en alguna empresa privada el trato al público excepcional de alguna persona deja mucho que desear. A pesar de que siempre se suele criticar tanto a los funcionarios públicos, nunca he tenido el menor problema con ninguno de ellos y si algo tengo que comentar es que son muy simpáticos conmigo.
Otro fenómeno importante y que está tocando muy duro en este año es el prolongado invierno, que ya nos había recibido prematuramente el año anterior y que lejos de mejorar está siendo uno de los más duros de la última década.
Todavía no hay estadísticas de las temperaturas, precipitaciones y humedad, pero no tengo la mínima duda de que este otoño e invierno pasarán al ranking de la historia por su dureza. La nieve ha caído a las puertas de Miróbriga y ha afectado a algunas zonas de la comarca como no se conocía (fotografía que inmortalicé para “la voz de Miróbriga”).
El frío lo podemos considerar fenómeno habitual en estas épocas del año, pero no tanto la humedad añadida proveniente de las copiosas lluvias y del fuerte viento que nos azota sin piedad. Parece como si el castigo económico no fuera suficiente y los fenómenos metereológicos nos han querido acompañar para acabar de festejar el inicio del año.
No podemos predecir el futuro, porque no sabemos lo que nos puede deparar la vida ni tan siquiera en el día a día y menos aún pensar todavía que este invierno podría tratarse de un sueño convertido en pesadilla y despertar con el florecer de la primavera, sin tantos apuros económicos y con una sonrisa con el sol de fondo y con ganas de compartir el buen humor con los que nos rodean. Ojalá despertemos en la querida primavera olvidando este largo, duro y frío invierno en nuestra comarca.
Antes de comer las doce uvas y de acabar el 2008, todos presumíamos que vendría un 2009 complicado. El fenómeno económico, más que conocido por todos, parecía estar en la mirada de todos. La recesión, el paro y el endeudamiento acaparaban y sin duda lo sigue haciendo más del 70% de las conversaciones del día a día. Despidos improcedentes de personas simpáticas y agradables, mientras en alguna empresa privada el trato al público excepcional de alguna persona deja mucho que desear. A pesar de que siempre se suele criticar tanto a los funcionarios públicos, nunca he tenido el menor problema con ninguno de ellos y si algo tengo que comentar es que son muy simpáticos conmigo.
Otro fenómeno importante y que está tocando muy duro en este año es el prolongado invierno, que ya nos había recibido prematuramente el año anterior y que lejos de mejorar está siendo uno de los más duros de la última década.
Todavía no hay estadísticas de las temperaturas, precipitaciones y humedad, pero no tengo la mínima duda de que este otoño e invierno pasarán al ranking de la historia por su dureza. La nieve ha caído a las puertas de Miróbriga y ha afectado a algunas zonas de la comarca como no se conocía (fotografía que inmortalicé para “la voz de Miróbriga”).
El frío lo podemos considerar fenómeno habitual en estas épocas del año, pero no tanto la humedad añadida proveniente de las copiosas lluvias y del fuerte viento que nos azota sin piedad. Parece como si el castigo económico no fuera suficiente y los fenómenos metereológicos nos han querido acompañar para acabar de festejar el inicio del año.
No podemos predecir el futuro, porque no sabemos lo que nos puede deparar la vida ni tan siquiera en el día a día y menos aún pensar todavía que este invierno podría tratarse de un sueño convertido en pesadilla y despertar con el florecer de la primavera, sin tantos apuros económicos y con una sonrisa con el sol de fondo y con ganas de compartir el buen humor con los que nos rodean. Ojalá despertemos en la querida primavera olvidando este largo, duro y frío invierno en nuestra comarca.
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