viernes, 17 de julio de 2009

Verano sin regreso. La Voz de Miróbriga.


Verano sin regreso
Entramos de pleno en el verano. Son fechas para descansar, relajarnos y disfrutar de las merecidas vacaciones.
Uno de los aspectos que me llega al recuerdo de mi vida de estudiante universitario era aquellos amigos con los que comía a diario en el comedor universitario en Salamanca y cuando llegaba el final de curso nos separaba hasta octubre.
Recuerdo a un amigo con el que compartía aficiones, entre ellas ver películas de los años 20. Era zamorano, extrovertido y buena gente. Su novia en octubre me comentó que en una de esas noches de fiesta que quizás no se deba recordar se lo quiso llevar el asfalto.
Las carreteras malditas que en las noches de fiesta de verano se comen tantos sueños de jóvenes inocentes, víctimas de la simple inocencia de disfrutar de las fiestas de los pueblos y la mala suerte del regreso a casa. Es un recuerdo a todas esas familias que en muchos casos sufren y están intranquilas porque esperan a sus hijos en lo que parece la eternidad de la noche.
Casi todos hemos vivido nuestra juventud conviviendo con esas fiestas y supeditados a volver a nuestras casas dependiendo de la suerte de nuestro amigo conductor. Muchas veces es el alcohol, pero no siempre.
Casi todos los años saltan las alarmas en cualquier lugar y es que la vida no respeta la lógica y muchas veces quien dicta la sentencia es el puro azar o llamado vulgarmente la “mala suerte”.
Verano sin regreso es mi recuerdo a todas esas familias que sufren porque alguno de sus hijos salió a disfrutar de su juventud, pero el destino no le dejó continuar su vida y se lo llevó a ese lugar que nadie conoce.

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