Pase por favor...merçi mademoiselle.
Un tanto atónito me quede en nuestra bella plaza mirobrigense la pasada semana cuando me encontraba tomando plácidamente un café y decidí acercarme a un conocido quiosco. Allí se encontraban un grupo de jóvenes adolescentes de nacionalidad francesa. Al verme llegar pude captar su conversación y obviamente ellas no se percibieron que yo les entendía perfectamente lo que estaban diciendo desde mi modesto conocimiento de la lengua de nuestros vecinos del norte.
En dicha conversación comentaban dos de ellas: Dejad pasar a ese chico, vale?. Un grato detalle por parte de ellas por considerarme “chico”. Ellas estaban comprando sellos para escribir cartas a su país. Una de ellas, quizás la más atrevida y no pretenciosa me dijo:
Pase, por favor!. Yo percibí que era la que más dominaba el castellano y debo decir que entonaba bastante bien para no estar habituada probablemente a convivir con nuestra lengua. Curiosamente y bajo mi gusto, era además la más “fashion” de todas. Yo ese día y dado que no estaba cansado le contesté: Merçi mademoiselle! Y les cedí el paso. Ella se quedó un tanto perpleja y pudo imaginar que les había entendido todo lo que hablaron. Todo acabó en sonrisas por parte de todos.
El detalle que destaco es que en todos estos años y por desgracia no he podido resaltar un sólo gesto de este tipo en las adolescentes de nuestra comarca, donde creo y que no se enfaden conmigo estamos en materia educativa bastante lejanos a nuestros vecinos del norte. No lo digo para mal y es que este tipo de gestos son dignos de admiración y ya he destacado muchas veces lo embrutecida que se muestra nuestra sociedad en muchas ocasiones.
Yo pensé que en la adolescencia y juventud europea no se repartía mucha educación. No tengo claro que la “educación para la ciudadanía” vaya a servir de mucho en la práctica, lo que puedo concluir con este ejemplo es que en materia educativa me temo que los europeos andan bastante más avanzados que nosotros.
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