Nouriel Roubini, unos de los genios de la eoconomía actual y unos de los economistas que mejor predijeron hasta el momento actual el futuro, vuelve a plantearse la cuestión de la ruptura de la eurozona de forma ordenada, antes de que todo empeore aún mucho más.
Todo ello tiene su lógica ya que podría reducir y mucho los perjuicios que probablemente ocurran durante el futuro y con ello se pueda salvar el proceso de consolidación de la Unión Europea.
Roubini reconoce que una
ruptura de la eurozona en el momento actual sería muy costosa, y sin duda tendría como consecuencia la
reestructuración de la deuda de los países de la periferia europea, y con ello las nefastas consecuencias
para todos los bancos europeos.
Sin embargo, el intento de evitar la desintegración, y aguantar aún uno o dos años más, conllevará un cuantioso gasto para los países del norte, para finalmente terminar en la poco deseada ruptura desordenada.
Dicha ruptura podría llevar a la desaparición del mercado único, con la consiguiente reintroducción de medidas proteccionistas.
Roubini
tiene la certeza de que Alemania y el Banco Central Europeo seguirán el devastador guión anunciado y esperado, siempre en la línea de aportar liquidez y continuar como hasta fecha actual comprando más tiempo, para intentar restaurar el crecimiento y la sostenibilidad de
la deuda en su conjunto.
Según Roubini, continuaremos sufriendo lentamente viendo como la paciencia o impaciencia se agota por parte de los paises del norte y el sur se desgasta y empobrece intentando la búsqueda de un crecimiento que tal vez nunca llegue en las condiciones actuales.
En definitiva la continuidad de la agonía actual, puede desembocar en un desorden social mayor y un desgaste político de consecuencias impresivibles en el sur de europa.
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