Las camapñas publicitarias de la Dirección de tráfico son necesarias para concienciar a la ciudadanía de lo peligroso que resulta ir al volante.
Los resultados son satisfactorios, pero las carreteras comarcales y locales siguen siendo un peligro incluso para los conductores que respetamos los límites de velocidad, porque siguen siendo muchos los "desaprensivos" que transitan por las vías secundarias sin respetar los límites de velocidad.
El oeste Salamantino y las carreteras secundarias han supuesto para mí varios sustos a lo largo de este año, donde en varias ocasiones diversos conductores me han rebasado pisando línea contínua o en condiciones poco seguras, y donde siempre tuve que ser yo el que coloque el pie en el freno, para evitar poner en peligro mi propia vida.
Encontrar animales muertos en la vía es algo común, que muchos conductores achacan a algo fortuito e involuntario, pero donde velocidad y capacidad de reacción son siempre sinónimos para evitar un accidente.
Es difícil transmitir a la población que debe cuidar la velocidad en estos trazados.
Lo más triste es que además por estos bellos parajes se pueden observar desde Tortugas, lagartos, serpientes, zorros, Halcones, buitres, aguiluchos, entre otras muchas especies y el conductor en vez de disfrutar el lindo paisaje, convierte la carretera en "trazados letales para ellos y para los que nos consideramos prudentes".
Un animalillo inocente, cruza la vía sin saber que el ser humano traza rumbos desconocidos para él, y allí encuentra un triste final, igual que millares de inocentes, víctimas de imprudentes o doctorados en el inútil estrés de la vida.
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