Perdidos en la tribu.
Hace mención a un programa de televisión que durante estos meses he venido observando con cierto detenimiento.
Familias españolas conviviendo con tribus perdidas africanas y de Indonesia.
Es cierto que el observador se puede centrar en discutir el atraso que existe en el mundo, pero el problema radica en qué mentalidad está más atrasada.
Desde luego me quedo perplejo observando que la mente humana, aún con falta de recursos, puede estar mucho más evolucionada que las mentalidades en teoría sumamente evolucionadas de nuestra sociedad.
El nivel sociocultural en nuestro País ha presumido mucho de haber evolucionado, pero por desgracia muestra numerosas lagunas perceptibles en ciertos comportamientos que cualquier familia estándar como las que he podido observar estos días en la televisión han mostrado.
Somos poco o mal observadores. En eso tribus lejanas están a años luz de nosotros. Mantenemos relaciones sociales muy inadecuadas. No seríamos capaces en la mayoría de los casos sobrevivir a grandes catástrofes.
Vivimos en la era de la tecnología, pero en general tenemos unos escasos conocimientos de los recursos básicos que nos rodean.
Tenemos perturbada a veces la percepción de una relación familiar. En eso a los vikingos podríamos considerarlos promiscuos, pero ellos como sociedad civilizada del norte saben asumir bien el papel de la relación familiar.
Yo creo en la igualdad entre el hombre y la mujer, pero en lo que nunca he creído es en la falta de respeto dentro de las familias. Quien haya visto el programa y de acuerdo en observar a tres familias habrá percibido que al menos en un 33% de los casos en las familias existe falta de respeto mutuo. Si esto lo extrapolamos a la sociedad, pues puede ser lamentable pensar que si no respetas a tu familia como vas a respetar al resto de la sociedad. Otro de los aspectos que llama la atención son las relaciones afectivas de nuestra sociedad comparadas con las llamadas “tribus salvajes”. Quizás el tema de la afectividad en nuestra sociedad podría someterse a estudio.
Queridos lectores: bajo mi modesta opinión perdidos en la tribu están nuestras débiles sociedades y no tanto esas lejanas de las que a veces nos podemos reír por sus ancestrales costumbres o modos de pensar. Quizás deberíamos tomar nota y reír menos de la mentalidad humana que intentan reflejarnos de dichas tribus como algo arcaico.
Este programa televisivo sí me ha dejado una clara conclusión: Para ser feliz no son necesarios grandes recursos.